Anonymous y @yuda, dos formas muy diferentes de hacer las cosas

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Supongo que en esto no soy muy objetivo, ya que @yuda es un producto mío, pero si precisamente decidí volcar mi actividad en un sentido y no en otro, es porque detrás hay una forma de pensar que quisiera compartir en estas líneas.

De entrada, decir que sí, seguramente se lo merecen. La mayoría de propietarios de supermercados de la isla son unos cerdos explotadores y no voy a ser yo quien les defienda. Pero no se trata de ellos, sino de nosotros. No se trata de lo que se les hace a ellos, se trata de lo que nos hacemos a nosotros mismos cuando hacemos uso de la violencia, cualquiera que sea el tipo de violencia empleada. En mi opinión cualquier objetivo logrado usando la fuerza bruta, en vez de la razón, es como un castillo de naipes presto a desmoronarse ante la menor adversidad. La revolución que necesitamos no es esa. Revoluciones violentas han existido muchas a lo largo de la historia, ¿y para qué sirvieron? Para poner a unos en vez de otros. A lo mejor a estos unos les movían, al principio, grandes ideales, pero se echaron a perder desde que tocaron poder. Al final, otra revolución violenta ha de llegar para expulsar a los viejos revolucionarios, hoy tiranos. Como serpiente que se muerde la cola, atrapados en nuestra propia espiral violenta.

[quote]

La revolución que necesitamos es otra. Una revolución fundada sobre los cimientos. Los cimientos de una moral que propicie el entendimiento y la colaboración, en lugar del enfrentamiento y los malos rollos.

No estoy hablando de querubines sobre nubes y bellos arcoiris. Estoy hablando de cosas prácticas, de supervivencia, de nuestras vidas: tenemos la tecnología y la capacidad, hoy (sin necesidad de que lleguen extraterrestres o diviniades a ayudarnos), para hacer del mundo un lugar mucho mejor del que hoy es. Sólo es una cuestión de actitud. Algo tan simple y tan etéreo como eso: actitud.

@yuda pretende ser una muestra de ello. Desde un punto de vista práctico, no teórico, podemos ayudar y ser ayudados. Cosas físicas, tangibles, eso es lo que necesitamos. Si unos pocos empiezan, si unos pocos ayudan desinteresadamente, la cadena de favores crecerá exponencialmente. Por supuesto, no tiene que ser a través de @yuda. Sin embargo, creo que es imprescindible tener puntos de referencia en los que focalizar la atención, y @yuda puede ser uno más.

Volvamos a anonymous. Pongamos que sea verdad, que se han infiltrado en los supermercados y han conseguido bajar los precios de algunos productos. ¿Qué van a conseguir con eso? ¿Acaso esperan que los empresarios, siendo como son, se rindan a sus pies reconociendo lo malo malísimos que han sido? Ni hablar, aumentarán la seguridad, contratarán técnicos informáticos para revisar sus sistemas, recurrirán a las fuerzas policiales. ¿Es eso lo que pretende la gente de anonymous? ¿hacer ruido? ¿montar una guerra? ¿y luego qué sigue? Sinceramente, no creo que esa sea la manera, a pesar de que uno esté tentado, en primera instancia, a alabar sus acciones. Analizándolo friamente, yo al menos no veo que ese sea el camino.

Prefiero la otra forma. La lenta, la difícil, la que no satisface al efímero y complaciente dios de la venganza (o de la justicia, que viene a ser lo mismo). La revolución de los favores tardará en llegar, pero sus resultados permanecerán en el tiempo. Y eso es lo que necesitamos, una revolución duradera que no descanse sobre héroes justicieros, sino sobre nuestras propias conciencias, las conciencias de cada uno de nosotros como seres libres y conocedores de que cada uno de los seres humanos que nos rodea es, en cierta manera, una forma más de nosotros mismos.

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