Tomás J. López, Arrecife de Lanzarote
El pasado viernes el ayuntamiento de Arrecife quedaba descolgado de posibles pactos globales para la gobernabilidad en la isla, con lo que la intriga por conocer cómo se desarrollarán las negociaciones sobre alianzas en el municipio capitalino se acrecienta a pocos días de que los concejales y concejalas tomen posesión de sus actas, hecho que se producirá el próximo sábado por la mañana en un salón de plenos municipal preparado para recibir a sus nuevos inquilinos.
La capital insular era hasta el viernes la china en el zapato de las dos formaciones políticas mejor paradas en las últimas elecciones y cuyas cúpulas insulares habían manifestado su deseo de reeditar pacto al menos en el Cabildo de Lanzarote: Coalición Canaria y el Partido Popular. Pero mientras los conservadores parecían supeditar el apoyo a Pedro San Ginés (CC) a un pacto más amplio que incluyese Arrecife, Coalición Canaria no podía asegurarle nada al partido liderado por Ástrid Pérez, ya que parecía cada vez más claro que Manuel Fajardo Feo (CC) y los suyos se mantenían «enrocados» en su posición de no ceder la alcaldía a Candido Reguera (PP).
Muchos de los afines a la dirección insular de Coalición Canaria respiraron aliviados cuando aun en la jornada del jueves saltaba la noticia, recogida ya en la edición impresa del Semanario Lancelot -que se cierra ese día para salir el viernes a los quioscos- en la que se informaba de que la presidenta de los populares, Ástrid Pérez, accedería a iniciar los contactos para formalizar un acuerdo de gobierno que apoyase a Pedro San Ginés en el Cabildo, al margen de lo que ocurriese en Arrecife.
El pacto que excluía a Arrecife pasó de «no tener sentido» en la mañana del jueves a ser el «paso adelante necesario» en la mañana del viernes, en palabras de la misma Ástrid Pérez que fue capaz de expresar una cosa y casi la contraria pasadas unas horas.
¿Qué motivó que Arrecife dejase de ser, de manera sorpresiva, el escollo insalvable para el pacto en el Cabildo? La versión oficial es que el comité de dirección popular habría decidido el mismo viernes este cambio de posición con el fin de desatascar la situación en la primera institución insular y asegurar la gobernabilidad de la isla, sin dejar por ello de aspirar a conformar posteriores alianzas en las instituciones municipales.
Este hecho, que podría interpretarse como un abandono de la dirección insular del PP a su candidato en Arrecife, Cándido Reguera, y a sus aspiraciones de asegurarse la alcaldía capitalina son desmentidas por el entorno del propio Reguera, desde donde aseguran que la decisión se tomó con el beneplácito del actual alcalde. [quote]
Hasta ahí las versiones oficiales y oficiosas. Resulta más complicado entender por qué el cambio fue tan repentino, y resulta difícil de explicar cómo la primicia aparecía en Lancelot antes de reunirse la dirección de los populares. Lo cierto es que el mismo viernes en que trascendía el acercamiento CC-PP en el Cabildo de Lanzarote, al margen de Arrecife, se conocía que esas dos mismas formaciones políticas, nacionalistas y populares, cerraban un acuerdo de gobierno en Gran Canaria que aseguraría la presidencia del conservador José Miguel Bravo de Laguna con el nacionalista Fernando Bañolas como Vicepresidente.
El acuerdo en Gran Canaria y el comienzo de las negociaciones en Lanzarote suponían un duro golpe en la línea de flotación de las conversaciones que Coalición Canaria y PSC-PSOE están llevando a cabo para dar la presidencia del Gobierno de Canarias a Paulino Rivero. Cabe recordar que buena parte de los socialistas tinerfeños y palmeros están acatando muy a regañadientes la decisión autonómica y federal de no pactar con el PP y mantener el poder de Coalición Canaria en feudos como los cabildos de Tenerife y La Palma y varios ayuntamientos de ambas islas. ¿Por qué debía apoyar el PSC-PSOE a CC en sus aspiraciones por mantener poder local e insular en las islas occidentales si en Gran Canaria y Lanzarote los nacionalistas se entregaban en manos del PP? ¿Estaba haciendo CC lo posible porque se diese un «pacto en cascada» o por el contrario la generosidad de los socialistas no se estaba viendo recompensada?
Mientras, José Manuel Soria (PP), consciente del malestar que aun perdura entre los dos partidos que negocian para evitar su investidura como presidente, lanzaba el mismo día otra perla desestabilizadora afirmando que «había dudas» en que todos los diputados de CC siguiesen la estrategia de su partido de pactar con el PSC. ¿Fue casual la coincidencia en el tiempo de estas noticias?
Cualquier cosa podría pasar en Arrecife
Más allá de las interpretaciones que en clave insular o autonómica pudiesen darse a la cascada de informaciones del pasado viernes, lo cierto es que, desligado de un pacto global, todo puede pasar ahora en el ayuntamiento capitalino.
Fuentes consultadas por este medio en los diferentes partidos políticos en liza aseguran que casi nada se descarta para conseguir los 13 concejales que exige una mayoría absoluta en la capital de la isla. El pacto PP-CC sigue en punto muerto por la negativa de ambos cabezas de lista de ceder la alcaldía. Y mientras los dos más votados encuetran dificultades para entenderse, el baile de siglas confunde incluso al más ducho.
La opción más probable si finalmente Reguera y Fajardo Feo no llegan a acuerdo sería un pacto entre CC, PSC-PSOE y Alternativa Ciudadana. Nacionalistas y socialistas podrían verse abalados por el «beneplácito» autonómico a pesar de las diferencias entre sus direcciones insulares evidenciadas en el Cabildo. Mientras, la respuesta que dé Alternativa sigue siendo una incógnita, ya que la formación supeditará al voto de su asamblea cualquier propuesta que les llegue sobre la formación de alianzas. La agrupación asamblearia ha manifestado su intención de escuchar las diferentes propuestas y estas parece que comienzan a llegar. Según información que maneja este medio hoy lunes habría convocada una reunión que podría resultar decisiva entre Alternativa Ciudadana y representantes de Coalición Canaria en Arrecife.
La otra opción explorada por Cándido Reguera pasaría por un pacto con el Partido Socialista o al menos un apoyo para la investidura, que podría incluir cederle la alcaldía a José Montelongo (PSC), apetitoso regalo de los populares que no contaría con el respaldo de las direcciones autonómica ni federal del PSOE.
También ha manifestado el PSOE su intención de no pactar en ninguna institución de la isla con el PIL, por lo que, de entrar en las cábalas los insularistas, los socialistas se mantendrían al margen. El pacto imaginado por Reguera desde antes de las elecciones parecía ser junto a PIL y PNL, el mismo que han mantenido durante este último tramo de la legislatura. Finalmente al PP le fue bien en Arrecife el 22 de mayo, pero no tanto como para salvar el derrumbe del partido de Pedro de Armas (PNL) y sobretodo de un PIL que cayó estrepitosamente. La suma de PP, PIL y PNL no alcanza para llegar al deseado 13, que en Arrecife no es número de la mala suerte sino de la mayoría absoluta. Les faltan 2 concejales para alcanzar la mágica cifra y poder reeditar el pacto que hizo a Reguera alcalde hace año y medio. Justo el número de actas que ha conseguido Alternativa Ciudadana.
¿Pasará Cándido a explicar su propuesta por la asamblea de Alternativa? En Arrecife todo es posible y el alcalde en funciones, a 5 días de constituirse el nuevo pleno, ya no parece descartarlo.