Capitalismo y cinismo

3 minutos de lectura

En primer lugar voy a explicar la diferencia entre ironía y cinismo, por si hay entre los presentes algún extraterrestre que se sienta un poco confundido ante determinadas situaciones, aparentemente similares.

Por ejemplo, si uno del PP dice: «la vivienda no puede ser un derecho, sino un lujo solo para quienes puedan permitírselo». Eso es cinismo.

Pero si uno de la PAH dice: «pero claro, la vivienda no es un derecho, sino un lujo solo para quienes se lo pueden permitir». Eso es ironía.

Ambos dicen practicamente lo mismo, y ambos exponen una realidad tal cual es ahora mismo. Pero la intención en ambos casos no es comparable.

El del PP la certifica satisfecho, celebra su falta de empatía porque ser un «sirvengüenza» y un «canalla» es algo guay. Me dan igual los demás y además no siento ningún remordimiento por ello.

El de la PAH, sin embargo, lo que hace es denunciar una situación injusta, exponiéndola con crudeza.

El cínico a menudo tacha de demagogos a quienes se oponen a sus planteamientos. Para él lo normal es que cada cual vaya a lo suyo, y si alguien emite un mensaje que no vaya en esa línea, o sea un mensaje que vaya en la línea del bienestar común o de la solidaridad, considera que detrás hay intenciones de corte populista para ganarse la simpatía del personal… obviamente, piensa esto porque el cínico funciona exactamente así.

Pero a lo que iba. Y es que sucede una cosa importante: El capitalismo es un sistema creado por y para cínicos. Ni más ni menos. Es el caldo de cultivo y al mismo tiempo el alimento del que se nutre el cinismo. Son los cínicos los que triunfan, los que medran. Aquellos que piensan solo en sí mismos y además se sienten orgullosos de su ególatra condición son los llamados a saborear las mieles del éxito, antes que cualquier otro. Por eso hay tanto cínico en todas partes. Y por eso existe toda una cultura del cinismo, propagada a través de canales mediáticos y culturales de diversa índole. El capitalismo necesita a los cínicos, y los cínicos se nutren del capitalismo, en un ciclo retroalimentado que durará lo que dure la propia capacidad de subsistencia del sistema. Probablemente no mucho.

Espacio para la información libre y comprometida en torno a Lanzarote y lo que nos rodea y afecta. Sin la certeza de poseer la verdad, siempre abiertos a otros puntos de vista. Envíanos tus escritos a lanzarotelandia@gmail.com

Historia anterior

Políticos aferrados a la prehistoria

Historia siguiente

El agua de Nestlé no se vende en Lanzarote

Lo último de Blog