A la gente de CC en Arrecife hay que reconocerle mucho valor. No sólo se negaron a entrar en un gobierno pactado con PIL, PNL y PP, tal y como Suso Machín quería y casi exigía, sino que ahora van y se enfrentan nada menos que a la «pandilla del parque». La pandilla del parque, para quien no tenga el gusto de conocerla, viene a ser algo así como la versión lanzaroteña de los Latin King, en modo político-empresarial. Con estos no se mete cualquiera, y el que lo hace ha de atenerse a las consecuencias. No es de extrañar que el comunicado se apresurara a aclarar que todavía no han presentado iniciativa alguna en el Pleno «para dar un plazo prudencial» a los susodichos; que una cosa es ser valiente y otra muy distinta tener poco apego a la vida (política, se entiende).
Suponiendo que no tengan ni idea de lo que estamos hablando, diremos que nos referimos a la noticia hoy publicada por la mayoría de los medios de Lanzarote sobre la nota de prensa emitida por Coalición Canaria en relación al estado desastroso en el que se encuentra el Parque Islas Canarias. Al parecer, es obligación de la empresa que gestiona el parking mantener en perfecto estado el parque, lo cual como explicábamos la semana pasada, dista un mundo de ser así.
Y es que el parque Islas Canarias ahí donde lo ven no es un parque, sino un parking con un techo que hace las veces de parque. Y como tal parking, es gestionado por una empresa denominada Parque Islas Canarias Sociedad Limitada. Vamos, que del mismo modo que el dueño de un supermercado está obligado a cuidar el techo de su establecimiento, los propietarios del parking tienen idénticas obligaciones respecto al suyo.
Ahora bien, ¿quiénes son los dueños del parque? ¿Quiénes mantienen en semejante estado de deterioro un espacio público y común como ese? Pues nosotros se lo decimos.
El presidente de la sociedad se llama Francisco Viera Clavijo, uno de los propietarios de Supermercados Marcial y directivo no hace mucho de la UD Lanzarote. También es socio de Juan Francisco Rosa en una empresa denominada Lanzarote de Cultura y Ocio.
La vicepresidente es una tal Nuria Cabrera, ex concejal del PSOE, expulsada del partido cuando se negó a votar contra el Plan General de Isabel Déniz y mujer de Miguel Ángel Leal, también expulsado por idénticas razones.
El Consejero Delegado es Miguel Morales, dueño de Hormiconsa.
Consejeros son Manuel Gopar, exteniente de alcalde por CC y Francisco Saavedra Rodríguez, un señor que estuvo en un partido llamado Coalición de Lucha Popular, allá cuando Agustín Acosta era presidente del Cabildo.
En cuanto al Secretario del Consejo, es nada más y nada menos que el ilustrísimo Felipe Fernández Camero, un abogado que consiguió que el Tribunal Superior de Justicia de Canarias condenara a la revista Cuadernos del Sureste por un artículo en el que exponían algunas de sus actividades, a pesar de que los jueces reconocieron en el auto que el artículo por el que fueron condenados no mentía lo más mínimo.
No tenemos muy claro si Luis Morales y compañía saben quienes son estas personas, pero desde aquí les felicitamos y les animamos a que sigan por ahí. Y a los pandilleros, nada, esperamos que nos perdonen el artículo de la semana pasada, no teníamos ni idea…
