Canarias Ahora, diario digital de ámbito regional, ha inaugurado recientemente una novedosa fórmula para intentar mejorar sus ingresos. Lo llaman «Club de Lectores», y la cosa consiste básicamente en que si pagas una cantidad de dinero se te da acceso a alguna sección exclusiva y, lo más llamativo de todo, se te permite comentar y leer los comentarios escritos por otros como tú en las distintas noticias y artículos que publica el periódico, privilegio vedado a cualquier otro lector convencional.
Por supuesto, nadie discute que Canarias Ahora no tenga todo el derecho del mundo a hacer lo que le venga en gana con su web. Las preguntas que yo me hago son: ¿funcionará su fórmula? ¿se hará extensiva a otros medios? ¿quién ganaría y quién perdería si se generalizara tal práctica entre los diferentes diarios digitales?
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A nadie se le escapa que uno de los grandes atractivos que tiene la red de redes consiste en la posibilidad de interactuar con lo que lees o ves. Que se restringa dicha posibilidad a quien esté dispuesto a pagar por ello es algo que sin duda resta interés al medio que apueste por ello. Aunque a lo mejor no, a lo mejor precisamente ese poder atractivo de la interacción acaba por dar a Canarias Ahora una buena cantidad de lectores de pago ávidos por dejar sus comentarios y leer los de los demás. ¿Quién sabe?
De todos modos, desde un punto de vista ético yo no estoy por reprobar la idea. Al contrario. Si los comentarios escritos por los privilegiados lectores de pago fueran visibles para todo el mundo sería otra cosa, pero quedando estos restringidos a su propio club a mí me parece que no hay nada que reprochar en ese sentido. Incluso creo que Canarias Ahora en particular sale ganando por ahí, pues hablamos de uno de los medios que para mi gusto más censuraba en su época previa al Club de Lectores. Filtrar comentarios conforme a criterios ideológicos o evitando dar paso a opiniones que pongan en entredicho a unos personajes a quienes el propio medio desea proteger, es una de las peores prácticas en las que puede caer una web 2.0, y me temo que dicha práctica está bastante extendida entre los digitales de Canarias. El Club de Lectores de Canarias Ahora al menos ya no va a caer en esa censurable estrategia. Personalmente, prefiero comentarios vedados a privilegiados pagadores, antes que comentarios filtrados conforme a criterios poco transparentes. Para mí lo ideal es lo que practico en Lanzarotelandia (si para mí no fuera lo ideal obviamente no lo haría), dar paso a todo el mundo y que los propios lectores se encarguen de aplaudir o de censurar las opiniones de los demás. Pero entiendo que vivimos en un mundo en el que de algo hay que vivir, y la idea de Canarias Ahora me parece perfectamente legítima en lo que a intentar mejorar sus números respecta. Estaremos atentos a su evolución.
