Me comentaba hace unas semanas un familiar que se imaginaba un futuro próximo en el que las comunidades de vecinos asumieran el papel de micro sociedades en las que cada uno de sus miembros aportara una habilidad en beneficio del grupo. Más concretamente se refería a un trueque de servicios entre vecinos hasta el punto de que las guarderías, las actividades extraescolares, las clases de apoyo o simplemente los talleres de ocio fueran parcelas que nacieran y se desarrollaran para y por la comunidad de vecinos. Es decir, potenciar el vecindario como un espacio para el desarrollo social a través de la creación de clusters productivos. Cuando lo oí me parecía una idea descabellada si tomo como punto de partida mi primera comunidad de propietarios, en la que tuvimos que confeccionar un decálogo de buenas prácticas para alentar al civismo colectivo, sin embargo, ahora puedo entender que la idea parta de cierto razonamiento lógico. Es más, al margen de que las comunidades de vecinos puedan ser una fuente de conflictos, que muchas lo son, también se pueden reorganizar como lugares de máxima interconexión, donde se comparte una realidad y un espacio común, no en vano muchas veces escuchamos decir que hay vecinos que son como de la familia. Si fuéramos capaces de establecer una red pequeña de intercambio de de servicios entre vecinos o si planteamos la comunidad como un patrimonio participativo más que como una organización jerarquizada y exclusivamente administrativa podríamos sacar más provecho del llamado capital social. Últimamente, que he tenido que acudir a varias reuniones de vecinos, me he sentido aliviada al comprobar que muchos de ellos aportan su granito de arena en beneficio de la colectividad: el que es abogado asesora sobre temas jurídicos, el que es fontanero plantea alternativas a los problemas de mantenimiento del edificio, la contable nos pone sobre aviso en cuanto a una factura de la luz excesiva. A veces, simplemente hace falta más contacto entre unos y otros, más espacio común para que surjan las buenas ideas e incluso las oportunidades de negocio. La web Canalsolidario nos ofrece algunos ejemplos prácticos.
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