Es mentira. Este artículo no tiene nada que ver con Ronaldo. Sólo quería que entraras y leyeras. Siento la decepción, soy un malvado.
Entenderé que cierres ahora mismo la página y sigas tu navegar por otras redes. ¿O te ha picado la curiosidad? ¿Qué me irá a contar este? Se le va la olla cosa mala, pero aquí estoy, sigo leyendo. ¿Por qué sigo leyendo?
En fin, como sea, que lo que yo te quería contar es una bobería, que el mundo se acaba. Ya está. Eso es. Siento decírtelo, aunque a lo mejor no te preocupe tanto como que Cristiano Ronaldo venga a Lanzarote. De esta no sales vivo.
¿Qué edad tienes? ¿30? ¿40? ¿Qué has hecho con tu paso por esta existencia? ¿Estás satisfecho? ¿Era para lo que viniste? Habrase visto el insolente este, ¿y qué has hecho tú? Yo pregunté primero. No me lo digas si no quieres, se trata de que pienses en ello. Al fin y al cabo, si el mundo se acaba, ¿qué menos que echar cuentas? ¿O acaso crees que alguien lo hará por ti? Pero espera, que esto no es un artículo de Lemaur. Cursiladas las justas, sobre todo en fechas electorales. Sólo quería informarte, eso es todo. No es mi intención juzgarte, ya te comento que lo harás tú mismo. Y lo mismo que te digo lo del fin del mundo, a título meramente informativo, insisto, te digo que todo fin implica un comienzo. Un comienzo en el que probablemente estés tú. O no, quién sabe. El que seguro no estará es tu pantalón. Ni tu bolso. Ni tu cartera. Ni tu balón de oro. Estará, como mucho, tu conciencia. Por eso es a ella a quien me dirijo ahora, si no te importa. Puedes irte a hacer tus cosas, a ti no te necesito más.
¿Sigues ahí? Entonces estoy hablando a quien quería. Bueno, herman@, Ahora que sabes que el mundo se acaba, ¿qué harás? Si quieres, por si te sirve, te digo lo que voy a hacer yo. No yo, no mi personaje, sino mi conciencia, ya me entiendes. Lo que voy a hacer es empaparme de mundo. Pero no haciendo muchas cosas, sino saboreando con cuidado las pocas que haga. No sé por qué, pero creo que esa es la única forma de irme con los bártulos llenos. A lo mejor tú encuentras otra, no te digo que no. Cada fin del mundo es un mundo, valga la redundancia. En cualquier caso, te deseo suerte, probablemente la necesites.