Habeis venido a reventar el acto. Estas fueron las palabras, si no textuales, lo más próximas posibles a la acusación que formulaba el responsable de seguridad del Estado que acompañaba al candidato por el PSOE a la presidencia de Gobierno Alfredo Pérez Rubalcaba en el acto de campaña preelectoral de hoy 29 de octubre en una de las salas de la Sociedad Democracia de Lanzarote.
Las intenciones de boicot al acto político por parte de un grupo de ocho miembros de la plataforma Democracia Real Ya-Movimiento 15M de Lanzarote parecía evidente para los cuerpos de seguridad allí presentes que impidieron su entrada al acto.
Ni el respeto en todo momento a las directrices marcadas por los servicios de protocolo de seguridad del partido, ni el talante pacífico y transparente de los miembros del movimiento fueron suficientes para que no se les viera como ciudadanos peligrosos para la seguridad del exministro de interior. Su supuesta actitud amenazante consistía en querer hacer entrega a Rubalcaba de un documento con propuestas del movimiento y formularle un par de preguntas que pudieran ser registradas en una grabadora.
La promesa del responsable de seguridad del PSOE de satisfacer las aspiraciones de estos ciudadanos a la salida del acto se vió negada y rechazada ante la llegada del responsable de seguridad del Estado, que parecía tener toda la autoridad sobre este tipo de decisiones. Mientras un compañero era retenido en el interior del inmueble, el responsable de seguridad mencionado se acercaba a aquellos que esperaban indignados a las puertas del mismo. Con talante negociador, según él, les propone dos opciones: o aceptan que uno de los miembros entre a una habitación sin portar nada encima más que el documento a entregar para hablar unos segundos en privado con Rubalcaba (lo que significaba tener el encuentro sin testigo alguno y sin poder realizar ninguna grabación que lo testimoniase) o se quedan en la calle.
En un primer momento, un miembro del grupo acepta la propuesta y se deja conducir al interior del inmueble, donde se encontrará con el miembro de la plataforma retenido y posteriormente expulsado del salón de actos.
El responsable de seguridad solicita entonces que el miembro expulsado efectúe su salida del lugar y que sólo permanezca el miembro que se ha ofrecido para el encuentro privado. Comienza entonces una discusión entre los miembros de la plataforma con el responsable mencionado sobre la amenaza que estos dos miembros pueden suponer al no portar nada peligroso, sobre el derecho a ejercer la libertad de información y expresión y el derecho a permanecer en un lugar público.
Tras esta confrontación, en la que también los miembros de la plataforma recriminan al responsable de seguridad su poca actitud negociadora al evidenciar un modelo impositivo de ejercicio de poder, y al no cumplir inmediatamente el acuerdo pactado con él, el susodicho responsable se subraya en su intransigencia al imponerles dos nuevas acciones entre las que elegir. La primera, que salgan del inmueble voluntariamente o por la fuerza. La segunda, que se queden arrinconados en el pasillo controlados por dos policías nacionales que poniéndose delante de los miembros impedirán que se acerquen a Rubalcaba cuando realice su salida del mitin.
Los miembros de la plataforma eligen esta segunda opción como muestra de desobediencia civil. No están dispuestos a que se les cercene su libertad ciudadana y a que se utilice la seguridad de Rubalcaba como una excusa para ejercer la represión a la fuerza utilizando a miembros de la policía nacional. Además, no creen en las promesas que se les ofrece cuando los miembros de DRY-15M Lanzarote han sido engañados anteriormente al asegurarles que Rubalcaba haría su entrada y salida de la Sociedad Democracia por la puerta principal y efectuarse en ambas ocasiones por la puerta trasera del inmueble.
Al observar el trato discriminatorio de que están siendo objeto los miembros de la plataforma (hay que recordar que el acto político era de entrada libre y pública para todos los ciudadanos de Lanzarote ) y la censura que se está cometiendo (al impedirles la entrada como ciudadanos y vetar su derecho de expresión), una ciudadana militante del PSOE que estaba a punto de entrar al mitin, decide no acudir y apoyarlos físicamente permaneciendo a su lado y haciendo fotos que retrataran el suceso.
Los tres ciudadanos permanecen custodiados en el rincón del pasillo hasta el final del mitin, momento en el que Alfredo Pérez Rubalcaba baja acompañado por su séquito, incluido el responsable de seguridad causante de todo este altercado. Sin mirar ni responder a los llamamientos de estos ciudadanos retenidos, sale apresuradamente por la puerta trasera del inmueble.
En la calle le están esperando el resto de miembros de la plataforma DRY-15M Lanzarote mostrando sus emblemas y gritando “Democracia Real Ya”. Pero el candidato a la presidencia se mantiene en la misma actitud de ignorancia hacia el grupo y se introduce en un coche que le alejará del lugar.
¿Es esta la forma de escuchar, hacer y explicar a los ciudadanos que el Sr. Pérez Rubalcaba pregona en sus mítines?, ¿Tiene previsto un modelo de estado en que se de más poder de decisión a las figuras de represión que a las figuras de negociación política, como se nos ha demostrado hoy? y ¿se puede simpatizar con un partido político que predica la credibilidad y que sobre la práctica no ejerce la DEMOCRACIA REAL?.
Los hechos acaecidos en el día de hoy no son hechos irrelevantes, nos demuestran una vez más el papel que juegan los políticos y el que jugamos la ciudadanía; el papel que juegan las fuerzas de orden público y el que juegan las libertades públicas de los ciudadanos; el papel que juegan los poderes establecidos en su estado de bienestar y el que jugamos todos nosotros en este estado de malestar.
Democracia Real Ya-Movimiento 15M, por una DEMOCRACIA REAL YA.
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