El Ministerio de Justicia publicaba a finales de la semana pasada en Internet un mapa en el que se recogen los más de 2.000 puntos del Estado español en que se han localizado fosas mortuorias en las que se enterraron a víctimas de la Guerra Cívil y de la represión franquista. Canarias es el territorio en el que menos puntos aparecen marcados sobre ese mapa, con solo 2 fosas localizadas.
El hecho de que Canarias no fuese espacio de contienda armada durante la Guerra Civil española -las islas pasaron al «bando nacional» desde el mismo día del pronunciamiento en África por estar el General Franco como Capitán General de Canarias- hace que este número sea menor al de los territorios que sí fueron espacio bélico. Pero además, las asociaciones canarias de recuperación de la memoria histórica recuerdan que aun queda mucho trabajo por hacer en las islas, donde las investigaciones para localizar zonas de enterramientos comunes producto de la represión están en fases iniciales, además de que el mapa no recoge puntos como las fosas de Fuencaliente, en La Palma, en la que ya se han exhumado cadáveres.
En el mapa ofrecido por el Gobierno central aparecen todas las fosas de las que tiene constancia la Oficina de víctimas: las exhumadas, las que solo lo han sido parcialmente, las que contenían cuerpos que fueron trasladados en su día al Valle de los Caídos, las que han desaparecido porque sobre ellas se ha construido algún tipo de infraestructura, y las que todavía no han sido tocadas.
En Canarias el mapa muestra dos puntos, ambos en la isla de Gran Canaria. De ellos, la fosa sobre la que arqueólogos y especialistas más han trabajado es la del Pozo del Llano de Las Brujas, en Arucas, donde se viene investigando desde junio de 2008 para arrojar luz sobre los desaparecidos durante la dictadura. Las fuentes hablan de que entre 25 y 27 fusilados fueron arrojados a este pozo de más de 50 metros de profundidad, de los cuales 24 cuerpos han sido localizados y 9 identificados gracias a pruebas de ADN.
La otra fosa inventariada en las islas se sitúa en el municipio grancanario de Firgas y los restos se hayan en el Valle de los Caídos, en Madrid. No obstante, la Asociación de la Memoria Histórica de Arucas tiene constancia en Gran Canaria de cuatro pozos más que pudieron ser utilizados como fosas clandestinas (Tenoya, el puente de Arucas, la vuelta del francés y ahora el de Martorell), además de la Sima de Jinámar. Dicha organización espera que próximamente se dé paso a la excavación del pozo de Tenoya y de la Sima.
En Tenerife, por su parte, resultó infructuosa la búsqueda de una supuesta fosa común que se situaría en el cementerio de San Juan, en La Laguna, en donde se esperaba encontrar a 11 represaliados por el franquismo de los que finalmente no se ha conocido su ubicación. Queda pendiente para una inmediata intervención la investigación del paradero de desaparecidos en los límites del Parque Nacional de las Cañadas del Teide, trabajos que esperan iniciarse en los próximos días.
La tercera isla en la que se sabe de la existencia de espacios de enterramiento comunes de represaliados es La Palma, que fue pionera desde 1994 en la búsqueda de desaparecidos a petición de sus familiares. Las investigaciones han dado con trece cuerpos, localizados en dos fosas situadas en El Pino del Consuelo, en Fuencaliente. Sin embargo, la Asociación para la Recuperación de de la Memoria de esa isla habla de más de medio centenar de desaparecidos aun por localizar.