Encarcelar a Josefa no solo es injusto, es inhumano

4 minutos de lectura

Si no lo remedia un indulto de última hora Josefa puede ser la primera mujer de Fuerteventura y tal vez de Canarias, encarcelada por cometer un delito urbanístico. Quien no conozca el caso puede llegar incluso a felicitarse por la noticia… ya era hora de que los corruptos que tanto han destruido nuestra costa y nuestros espacios naturales para enriquecerse empiecen a pagar. Pero no. Josefa no se ha enriquecido. No es una promotora, ni una constructora, ni una política que haya dado licencias a cambio de suculentas comisiones. Josefa solo es una señora que construyó su única vivienda en un terreno que heredó, pero en el que no podía construir. Como tantos y tantos casos hay en estas islas, donde incluso hay pueblos enteros construidos de aquella manera.

Josefa es la prueba viviente de como funciona la justicia por estos lares. Con absoluto rigor y literalidad si eres pobre, pero con tremenda laxitud y flexibilidad si puedes pagar buenos abogados o sobornar a políticos para que conviertan en legal lo que antes era ilegal…. véanse Planes Territoriales Especiales varios.

Esa es la injustica. Que por los mismos delitos paguen unos pero no otros.

Ahora vayamos al lado inhumano del asunto, todavía más sangrante. Pensemos en la idea misma de meter en prisión a alguien. ¿Para qué sirve? Para protegernos de individuos peligrosos, para intentar reconducir conductas sociópatas o incluso, aunque no se diga, por pura venganza. Alguien ha hecho daño a alguien y debe pagar por ello para resarcir a la víctima.

En el caso de Josefa no se dan ninguno de los preceptos. Es obvio que la mujer no supone un peligro para la sociedad. No va a construir más casas ilegales, solo quería mantener la suya, la que le servía para vivir ella y su familia. Tampoco va a haber reeducación, ni reinserción, más al contrario, esos seis meses de prisión van a suponer un extra de dolor y amargura para ella y para su entorno… un dolor que puede derivar en desesperación y en violencia. El daño que ha hecho al espacio natural no ha supuesto perjuicio directo a terceros (como sí ocurre con las viviendas ilegales de la Bufona) y puede ser perfectamente revertido simplemente demoliendo la casa.

Luego está el hecho de que Josefa tiene cinco personas a su cargo, incluyendo un hijo con discapacidad. ¿Qué clase de sociedad miope hemos creado que no es capaz de distinguir cuando una persona merece ser encerrada y cuando no? ¿Es lo mismo que alguien robe para comer que si roba para tener tres casas en vez de dos y dos yates en vez de uno? Pues en nuestro mundo al revés no es lo mismo, pero en el sentido contrario de como debiera ser. Al que roba para ser mucho más rico de lo que ya es siempre se le permite mucho más que al que roba para sobrevivir.

Encarcelando a Josefa no gana nadie, pero sí perdemos todos. Perdemos un poco más de nuestra autoestima colectiva al hacernos plenamente conscientes de que vivimos en un lugar injusto y pervertido en su esencia.

Espacio para la información libre y comprometida en torno a Lanzarote y lo que nos rodea y afecta. Sin la certeza de poseer la verdad, siempre abiertos a otros puntos de vista. Envíanos tus escritos a lanzarotelandia@gmail.com

Historia anterior

La guerra de los abogados

Historia siguiente

La violencia machista es un problema educativo-cultural

Lo último de Blog