Pedro San Ginés hizo el anuncio justo al concluir el pleno extraordinario celebrado en el Cabildo de Lanzarote este martes para tratar el tema de las prospecciones. Lanzarote y Fuerteventura convocaban una manifestación conjunta para el día 30 de marzo, en repulsa contra las prospecciones y las plataformas petrolíferas que el ministro Soria autorizó a Repsol junto a las costas de ambas islas.
Los medios de comunicación se apresuraron a difundir la noticia y en seguida se propagó por las redes sociales, llegando a crearse carteles y avatares para apoyar el acto.
Pero en realidad no había nada atado. Esa fecha no debió anunciarse en ningún momento, porque no había sido consensuada con nadie.
Algunas personas de las presentes en la Plataforma Canarias dice No a las petroleras fueron las primeras en dar la voz de alarma. Es muy probable que el 29 de marzo haya una huelga general que haga contraproducente celebrar la manifestación justo al día después. Y lo más importante, en Fuerteventura se estaba hablando del 24 de marzo como fecha propicia, no el 30. ¿Quién había decidido que Lanzarote salía el 30?
No lo sabemos. El caso es que Fuerteventura hizo lo que debió hacer Lanzarote desde un principio… para hoy mismo los majoreros convocaron una asamblea ciudadana abierta y entre todos, con representantes del Cabildo de Fuerteventura incluidos, decidieron que la mejor fecha para salir era el 24 de marzo. ¿Razones? evitar la posible huelga del 29, no hacerla tan cerca de la semana santa, no dejar pasar demasiado tiempo y que un sábado es mejor día para manifestarse que un viernes.
Mañana viernes tendrá lugar una reunión en el Cabildo de Lanzarote entre respresentantes de la institución y colectivos para coordinar esfuerzos, y se espera que lo primero que quede claro en dicha reunión sea que la fecha de la manifestación es el 24 de marzo, no el 30.
Y desde Lanzarotelandia no podemos sino desear que ya que el Cabildo ha tardado tanto en sumarse a esta lucha, no pretenda abanderarla ahora en solitario, convocando movilizaciones unilateralmente y sin contar con quienes llevan meses denunciando lo que pretendía hacer Soria junto a nuestras playas. Si el concepto de participación ciudadana, tan denigrado, merece salir a la palestra en algún momento, es ahora. Existe una unanimidad social en torno a este asunto como nunca antes, ojalá los políticos no lo echen a perder por culpa de posturas autoritarias y protagonismos inoportunos.
