Fernando M. M. La Asomada.
La noticia saltó a la prensa local este mismo martes 26 de abril, aunque la comisión permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) tomó la decisión el pasado 18 de Abril. César Romero Pamparacuatro, el juez que había llevado el peso de las investigaciones que desembocaron en las operaciones «Unión» y «Jable», quedaba definitivamente apartado del mayor caso de corrupción destapado en Canarias.
Inmediatamente, la indignación se hizo notar en los foros de noticias y en las redes sociales. «Con razón Paulino decía que todo se diluiría como un azucarillo»; «¿Dónde está la división de poderes?»; «Al final los corruptos se irán todos de rositas». Eran algunos de los comentarios más repetidos, en distintos tonos y con diferentes palabras.
Al día siguiente apareció la iniciativa de recogida de firmas en la web peticionpublica.es. En su preámbulo y descripción se explica brevemente la situación y se pide, expresamente, que se devuelva al juez que empezó las investigaciones la oportunidad de seguir con ellas y llevarlas a término.
Hoy mismo, el propio Pamparacuatro ha vuelto a ser noticia al conocerse que recurrirá su apartamiento del caso. Con ello quedan despejadas las dudas expresadas por ciertas personas, sin duda malintencionadamente, las cuales afirmaban que el juez ya no quería seguir con las pesquisas, supuestamente hastiado o superado por la situación. De confirmarse esta noticia, ganaría enteros la teoría de que tras esta decisión sólo hay razones políticas, no estructurales ni eventuales.
