La céntrica plaza Yemaa el Fna de Marraquech, Marruecos, ha sido víctima de un atentado que según fuentes gubernamentales responde a un «acto criminal», si bien en unos primeros momentos se habló de un posible accidente. Las primeras hipótesis plantearon que un suicida sería el responsable de los hechos, si bien esta posibilidad se ha descartado en el avance de la investigación. La deflagración tuvo lugar a mediodía de hoy en la cafetería «Argana» de la ciudad marroquí, en un área turística frecuentada por gran cantidad de extranjeros. Las víctimas se elevan a 15 muertos y 20 heridos confirmados, aunque datos extraoficiales hablan ya de al menos 18 muertos. Según fuentes médicas señaladas por la agencia Frace Press, 4 de los fallecidos serían marroquíes y los 11 restantes extranjeros.
El hecho se produce en medio del clima de reformas políticas y económicas auspiciadas por el régimen alauita como respuesta al movimiento cívico «20 de noviembre» que reivindica mayores niveles de democracia y bienestar social y laboral, y en el que han tomado parte activa miles de ciudadanos, mayoritariamente jóvenes, y cuyo último acto relevante tuvo lugar el pasado domingo.
La cafetería recibe el nombre de «Argana» debido a la existencia de una población en la región marroquí de Souss-Massa-Drâa, cercana a Canarias, con ese nombre, homónimo al populoso barrio de Arrecife, Lanzarote. A su vez ambos nombres parecen proceder del conocido árbol del argán, del que se extrae un aceite tradicionalmente utilizado con fines gastronómicos por las tribus bereberes del suroeste de Marruecos.