Cándido se saca de la chistera no se cuantos asesores más. Le comentas que tal vez sea excesivo en estos momentos de crisis y él inmediatamente te contesta «es que los socialista tenían…».
¿Y si le dices que Arrecife está gobernando ahora mismo prácticamente en minoría, a expensas del voto de un encarcelado y de otra que está en libertad bajo fianza? Respuesta: «es que los socialistas gobernaron…»
Oye, Pedro, ¿no crees que deberían romper ya con el PIL, que han dado pruebas más que sobradas de ser una banda? Respuesta: «Los socialistas estuvieron gobernando más de 20 años con ellos…»
La Fundación exige que se ejecuten las sentencias de derribo. Respuesta: «los socialistas no derribaron nada».
Parálisis institucional. Respuesta: «más parálisis hubo cuando gobernaban los socialistas».
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Siempre la misma respuesta. Hagas la crítica que hagas, te topas con la misma excusa; «Es que ellos…». Y oiga, es verdad que los socialistas pusieron el listón bien bajo, pero ya está bien. Que a los ciudadanos no nos consuela saber que ustedes son igual de tarugos que los otros, que eso no es plan. Si a ninguna madre le ha servido jamás la cantinela del hijo que se refugia en los defectos del hermano para justificar los propios, ¿por qué nos iba a servir a nosotros?
Ese tipo de respuesta tiene un pase cuando se enfrentan a la oposición. Es lógico que les recuerdes sus flagrantes faltas y defectos cuando ellos te echan en cara esto o aquello. Pero es que ustedes no se limitan a responder de ese modo a la oposición. Utilizan la excusa de los socialistas ante cualquier periodista que les hace una pregunta incómoda y ante cualquier ciudadano que les critica lo que sea, como si dieran por sentado que tales críticas han de proceder necesariamente de personas afines al PSOE.
No quiero hablar en nombre de nadie, pero a mí me parece que los ciudadanos están un poco hartos ya de ese tipo de marrullerías de patio de colegio. Si no tienen mejores argumentos para justificar sus acciones ante las críticas que les llegan, yo en su lugar evitaría dar respuesta alguna. Sigan trabajando y hagan lo que crean conveniente (que es lo que, al fin y al cabo, van a hacer independientemente de las quejas que les lleguen), pero dejen ya de hablarnos de los socialistas, que para historias de amores, odios y despechos ya están los programas del corazón. La política debería ser otra cosa.